viernes, enero 19, 2007

Volver

Las complicaciones de la vida diaria se agrandan luego de las vacaciones. La dura realidad, evadida durante un período diminuto, regresa brutal e inmisericorde. No podemos escapar. Las vacaciones son un derecho inalienable en el mundo moderno, una gran conquista social aunque uno siempre queda con la sensación de que no fue suficiente. El último día de descanso, ante el abismo que significa volver de nuevo a la rutina, me gustaría juntar los índices y detener el tiempo, como hacia la niñita de padre marciano en una comedia gringa y ochentera cuyo nombre olvidé, y quedarse para siempre en la playa, en la piscina, en la cama durmiendo hasta que se pare el ombligo, acostarse hasta que se nos dé la gana. Vuelve uno y no se acopla, la vida se nos muestra como el suplicio que a veces puede ser, y se cae en cuestiones trascendentales tipo “para dónde voy”, “quiero cambiarlo todo” o “quiero mandarlo todo a la mierda”. Y se acarician planes locos como poner por fin el puesto de cervezas en la playa o tener por fin la finca cafetera, chocolatera o de lo que sea o comprar por fin el baloto, con esperanzas ínfimas pero esperanzas al fin y al cabo, de darle al premio gordo. Y quejándonos y haciendo planes efímeros nos vamos acostumbrando nuevamente a la vida de todos los días.

Mi regreso de vacaciones, como se nota por la retahíla que acabo de escribir, ha sido complicado aunque poco a poco me voy ajustando. Como nunca antes el regreso me amargó y la despedida de mis padres, hermanos y sobrino fue más dura esta vez. En el avión de regreso solo pensaba en mis razones para seguir en Colombia y me doy cuenta de que cada vez son más escasas, más escasas, más escasas. Creo que ya pocas me retienen, aunque hay que mencionar a mis grandes amigos y mi abuelo, que cada día está más viejito y en cualquier momento se nos va.

Fue más duro esta vez, porque me acerqué a mi familia un poco más. El propósito principal de mi viaje era salir del closet de una vez por todas. El vivir solo en Colombia por muchos años me ahorró el tener que dar explicaciones y me hizo la vida más fácil. Pero eso se acabó y desde hace algún tiempo me doy cuenta de que salir del closet frente a mi familia es una cuestión de principios, un paso fundamental en la conformación de la persona que quiero ser.

Los planes se quedaron a medias porque con mis padres nunca encontré el momento propicio. En medio del abrazo de nochebuena no podía salir con la noticia bomba como regalo de navidad. Y llegó la hora de hacer la maleta nuevamente y el momento nunca llegó. Sin embargo, con mi hermana si lo conseguí. Fuimos a comer a un restaurante cercano a su trabajo, por la bonita Avenida Lexington un día en que quedamos de ir de compras. Hablamos primero de sus cosas, de su vida en New York, de los viejos y amados tiempos en Colombia, tiempos que ya no volverán. Y luego hablamos de los tiempos futuros, de qué iremos a hacer, de dónde estaremos, pero no me salían las palabras que quería decir, no sabía por donde montar ese toro. Hasta que el cielo me envió un ángel viejo y alto, un anciano de ojos azules, apoyado en un bastón, que se sentó justo en la mesa del lado. Y pensé, “aquí fue” y le dije a mi hermana: “por ejemplo, yo no sé que pasará conmigo cuando tenga esa edad, no sé quién vaya a cuidarme, a quién tendré a mi lado”. Y de ahí pasamos a los hijos y a que “yo no tendré hijos” y al “¿por qué?” y yo “usted ya sabe porqué” y luego “si, yo ya sabía, porque leí una carta que le escribió un amigo suyo, pero estaba esperando que usted me hablara del tema” y yo “pues aquí estamos, ya lo dije”, pero en realidad yo nunca dije “gay” ni “homosexual” ni “marica” ni nada. No hubo necesidad. Y ella sentenció lo que uno siempre desea que le digan ese día: “A mi eso no me importa, yo a usted lo quiero como sea, lo quiero mucho”. Y las lágrimas se nos salieron. Hablamos como tres horas esa tarde, de lo divino y lo humano y sentí lo mucho que quiero a mi hermana y lo mucho que ella me quiere. “Mi mamá ya debe saberlo también” me dijo. “La mamá siempre sabe pero yo se lo voy a confirmar” contesté. Pero no pude encontrar el momento para hablar con ella ni con mi padre. Será para la próxima. Quiero creer, y a lo mejor así será, que no tendremos un drama, ni habrá una tragedia, creo que ya todos, por diversas razones, se han hecho a la idea. Es una obligación con ellos y conmigo mismo que se los confirme. Y sé que me querrán como soy, porque en realidad, ya me quieren como soy. Y seré muy feliz.

Y aquí estoy: de nuevo en Bogotá, haciendo planes para este año, que se irá tan rápido como el anterior. Aquí estoy: triste y feliz a la vez. Lo llaman melancolía.

* * *

Apunte final: no fui de paseo por el Village ni por Chelsea. No tuve tiempo y el día que lo tuve llovío todo el día. Me quedé en mi casa con mi mi mamá y mis hermanos tomando chocolate caliente, viendo videos caseros y recordando viejos tiempos. La verdad es que eso me pareció mejor plan que irme a caminar por la jungla gay de NY. Yo puedo hacer un plan de esos cualquier día del año (aunque tenga que hacerlo por Chapinero), pero ver con mi familia la primera comunión de mi hermano o el paseo al Neusa de hace 15 años es algo que solo puedo hacer cada cierto tiempo. Si se pone todo en la balanza, adivienen qué gana !

17 comentarios:

POLAR dijo...

Thorin . . . estuvo muy lindo tu post y me alegra que estes encontrando esa paz interior que todos deseamos.

Lastima que no nos hallamos podido ver . . . pero esperemos que hayan más oportunidades.

Abrazos

Anónimo dijo...

Al final uno se da cuenta que lo más importante es la familia... al final uno se da cuenta que las personas que lo aman en esta vida no necesitan estar al lado de uno todo el tiempo, porque cuando las vuelves a ver es como si el tiempo se hubiera detenido y continuas con el hilo de la conversación que sostuvieron hace un par de años, y sientes una sensación de satisfacción, una sensación de valio la pena!

Milo Gasa dijo...

Momentos propicios para salir del closet no existen, la noticia va a ser dura independientemente de la razón o circunstancia en que se vaya a dar. De todas maneras sí es muy claro que salir con una noticia de esas en temporada decembrina pasa del mal gusto a lo violento con mucha facilidad.

Qué post más conmovedor. Cómo me enorgullece ser un lector tuyo.

Abracito y bienvenido otra vez al tercer mundo.

P.D.: no puse a Juanes en el último post aún cuando su camisa negra sea verdaderamente guasca porque no pertenece al género popular, es lo que podríamos llamar un "guasca pop".

JP dijo...

Hola.

Entiendo perfectamente a lo que haces referencia, y es que uno no haya la forma o palabra correcta para poder abrir su corazón a su familia... el motivo por el que lo quieres hacer es loable y solo muestra la gran persona que eres.

Bienvenido, me alegra saber que aprovecharste un buen chocolate caliente con tu familia..."hay cosas que el dinero no puede comprar" y una de esas es el tiempo que pasamos con los nuestros.

Un Abrazo y un beso mi bello Thorin.

Joey dijo...

tienen razon todos, bello conmovedor post, escrito con el corazon en la mano (en el teclado se podria decir), que rico que hayas compartido con tu familia, que importa el village, vive tu vida de la mejor manera, en cuanto al closet, no te angusties si posees la certeza de que tu familia siempre te querra, las cosas ya dieron el paso mas importante: la persistencia del amor.

Vetado para el amor dijo...

hola... soy nuevo en esto, me gustó un montón tu post, vaya que tvuiste vacaciones diferentes a las mías... con familia incluida.
Te invito a conocer mi blog http://vetadosparaelamor.blogspot.com/
si miras te darás cuenta d elas grandes diferencias.
Un abrazo.

Giorgio Pasteur dijo...

Esas salidas del closet con la familia son un tema muy complejo, es un arma de doble filo, a la vez que crees tener la certeza de que te te va a ir completamente bien, la situacion puede ser completamente adversa.

Pero que bueno que haya regresado a estos lares. Que le rinda en el work, que se divierta y tranquilo, que cuando uno menos espera termina mas arraigado a esta tierra que un arbol.

Pues muchas gracias por el link, yo haré los mismo en mi proxima actualización.

Por cierto, necesito un color (diferente a los que ya estan) para el rainbow side de los links del blog, que gracias.

Muy chevere este blog, seguiré leyendo

senses and nonsenses dijo...

la familia, bien, gracias.
yo ya había estado alguna vez por aquí, pero no me había atrevido a comentar.
a veces el lugar es lo de menos.
un abrazo.

Anónimo dijo...

u r so cute. pink sheep

RicardoK:. dijo...

a mi me pasó algo similar con mi hermana: "si yo ya sabía" pero igual es un descanso que se lo digan a uno, ahora falta el si ya sabía de tus papás, mies mejores deseos.

jhon dijo...

Este post, es puro sentimiento .. Me hcistes recordar como fue mi historia... Te felicito que bien que pudistes hablar con tu hermana y que pudieses abrir el alma con ella en ese momento ...

Muchos Saludes

jhon

l'enfant dijo...

Fuera de este mundo se llamaba la serie. Yo también a veces sueño con poder juntar los dedos y detenerlo todo.

Orion dijo...

Heeyy !!!

Genial este post.. (Bueno, es como el primero que leo de este blog... jejeje)

Muy bacano que ya esté seguro de lo que quiere en su vida, seguro de las personas con las que cuenta en su vida y sobre todo seguro de que esas personas lo van a apoyar durante toda su vida. Siendo así las cosas, bacano que ya haya podido decirle a su hermana y pues a los papás debe ser mas duro, pero ya llegará el momento.

En estos tiempos hay cada vez menos gente que valora los tiempos de unión familiar que son más y más escasos, lo felicito por eso.

Otra cosita: muchas gracias por haberme visitado y por su comentario, jeje.

Un saludote

Juan dijo...

"Oh melancolía, novia silenciosa,
íntima pareja del ayer.
Oh melancolía, amante dichosa,
siempre me arrebata tu placer.
Oh melancolía, señora del tiempo,
beso que retorna como el mar".

Excelente post. Algo tarde, pero no sobra desearte lo mejor para el resto del 2007.

Un abrazo,

JuanF

Elias dijo...

sé lo difícil que es pensar y planear esa salida del closet y es cierto, nunca parece llegar el momento propicio, siempre es un salto al vacío, pero cuando lo das, sientes alivio de ser sincero con los demás y contigo mismo... un abrazo

jhon dijo...

Oiga .. pro donde anda .. no se pierda

Saludes

Anónimo dijo...

ufff, yo lo conte hace 1 mesesito a mi familia. a mis papas de hecho, a mi hermano no he encontrado el momento. pero fue increible, el dia antes supe que se los diria.

fue duro, como no, pero que bonito es descubrir como a uno lo quieren de verdad, por sobre todas las cosas.

la cosa no es facil, pero mejora cada dia.

animo!

un post encantador. besos