viernes, octubre 05, 2007

Mauro

Mauro:

Hoy te he visto en Facebook. No te agregué como amigo aunque me hubiera encantado, pero no fue tu perfil el que encontré. Te vi porque Carola puso unas fotos tuyas. Muy guapo salís. Y muy joven. No has envejecido y no envejecerás ya, sueño anhelado de tantos. Como hacia rato que no te veía ni en fotos, me estremecí, se me pusieron los pelos de punta, se me cortó la respiración. Como si hubiera visto un fantasma. Se me llenaron los ojos de lágrimas y noté lo injusta que puede ser la vida: vos por allá de parranda y uno por aquí lidiando con esta jodida vida. Pero Mauro, aunque estés pasando bueno, me gustaría que estuvieras aquí, que no te hubieras ido. Y creo que vos mismo preferirías estar puteando aquí a todo el mundo que gozando en el más allá, en el más acá o donde sea que estés. A lo mejor estás ahora aquí a mi lado riéndote de mí, viendo las maricadas que estoy escribiendo. A lo mejor solo estás en los recuerdos de los que te conocimos. A lo mejor no hay más allá, ni más acá, solo vos lo sabés y te envidio un poco por eso.

Yo sé Mauro que no fuimos los mejores amigos y menos en los últimos meses. Que no nos hablábamos ya como cuando nos veíamos a diario en el trabajo (muchos años ya de eso). Pero también sé que cuando llegué a la Bella Villa fuiste mi parcero y pasamos hasta bueno. Aunque fuéramos como el agua y el aceite. Pero te aprendí a querer. Aprendí a admirar tu loca visión de este mundo, a reconocer la inteligencia prodigiosa de tu mente inquieta. Entendí con vos que el mundo es para vivirlo intensamente hoy porque mañana que diablos. Aprendí de vos que la máxima debe ser “comamos y bebamos que mañana moriremos” aunque nunca te haya oído esa frase. Y sí que lo aprendí de veras, porque en un gesto sublime que no esperaba de vos, viviste (y moriste) según esa sentencia.

La vida es frágil. Hoy estamos aquí y mañana nos matan en un centro comercial (como aquella negra noche en El Tesoro, ¿te acordás?). O salimos a la calle y una bala perdida nos elige. O estamos en la ducha y el corazón se detiene. O nos tomamos todas las pepas para dormir porque la vida es una mierda. Mil formas hay para morirse. Porque para eso nacemos, no se trata de más. Ah bueno, sí, también se trata de ser feliz en el ínterin, como bien vos lo demostraste.

Un cosa más, una perturbadora reflexión mía que nace de todo esto y es que ahí te tengo todavía en el MSN. ¿Qué hago con tu contacto? ¿por qué no lo he borrado aún? Ya no tengo tu número en el celular porque necesitaba espacio. Creo que ahí te quedarás en el MSN, a lo mejor un día de estos se te ocurre matarme del susto y te conectás. Y cuando yo también me vaya, ¿que harán con mi contacto mis amigos? ¿Con el link de mi blog? ¿con mi sitio en facebook? ¿Mis amigos entrarán y me dejarán mensajes en el wall? ¿Mi perfil se quedará allí un buen tiempo hasta que los de facebook decidan sacarme por ausencia prolongada? ¿Qué pasará con mi correo de yahoo que se ha convertido con el tiempo en un “querido diario” porque todo lo que a uno le pasa (o casi todo) va quedando allí ? Ya nadie entrará a leerlo. Antes los familiares hurgaban en el cajón del difunto para ver que encontraban ahí dentro, que secretos guardaba. Ahora no lo veo tan fácil.


Pero bueno Mauro, yo sé que mis pensamientos grises a vos no te importan y te entiendo, yo quería era escribir de vos, que pena el desvío. Te dejo pues antes de que te aburrás y me bostecés como hacias a veces cuando yo hablaba de mis cursilerías románticas. Y recuerda que me quedaste debiendo un almuerzo, luego te lo cobro.




Un saludito, un recuerdito de por la fría y hermosa sabana.


PS: Anoche ganó Millonarios !



sábado, septiembre 08, 2007

Facebook

Increiblemente he conocido facebook y ahora, siempre que abro el Firefox, lo segundo que hago es entrar a mi cuenta de facebook (lo primero es abrir el correo de mi trabajo). Eso significa que mi lista de sitios preferidos de internet ha quedado así:

1. Microsoft Outlook Web
2. Facebook
3. eltiempo.com
4. Yahoo Mail
5. Blogger.com

Yo tengo una cuenta en MySpace pero nunca la usé, nunca le hallé gracia alguna. Pero facebook, vaya, me atrapó desde el comienzo. Todavía no tengo claro del todo porqué facebook parece crear cierto vicio entre sus miembros pero sospecho que se debe a la riqueza de las aplicaciones que oferece; a su interfaz (tecnologicamente me parece muy avanzada y la mejor muestra de lo que serán las aplicaciones para internet en adelante); a la posibilidad de encontrarse con gente que uno hace mucho no ve ya que está más orientado al concepto de redes sociales que otros sitios similares (universidades, empresas, colegios, ciudades, países) y a que ofrece mayores opciones para dar a conocer quien soy yo, que me gusta, a quien quiero, de donde vengo, cual es mi "background", etc, etc.... Seguramente los fans de MySpace dirán que lo mismo puede hacerse allí, pero en realidad creo que hay un "sabor" en Facebook que no tiene MySpace. Un sabor que solo conocen los que lo han probado.

En general yo era muy esceptico a MySpace y se me antojaba que Facebook era igual: pero estaba equivocado. Creé finalmente una cuenta cuando una gurú de los recursos humanos recomendaba, en el Harvard Business Review, poner la dirección de Facebook en la hoja de vida ! Aquí dije: "aquí debe haber algo".

Por lo pronto tengo que decir que ahora dedico mayor tiempo al vicio de navegar por Facebook que al blogger.com. No voy a dejar de pasarme por aquí, pero creo que los señores de blogger.com (léase google) deberán ponerse las pilas y actualizar su aplicación si no quieren perder mercado en el cambiante mundo de lo que ahora se llama Web 2.0.

Ya saben, si les llega una invitación de facebook, anímense y entren. Colombia está entre los países con mayor crecimiento de inscripciones... no se arrepentirán.



Sugerencia: no llenar su facebook de aplicaciones hasta que quede como un arbolito de navidad.

martes, agosto 28, 2007

32

Viene un nuevo cumpleaños, otra vez, cada año es lo mismo, no tiene pierde, siempre llega para bien o para mal. Sigo internándome en el tercer piso, ya voy por los 32 pero qué más da: tres y dos son cinco y cinco, según la desacreditada numerología "está ligado a los cambios, los viajes, el intelecto, la curiosidad, pero también a la violencia, la inestabilidad, la falta de juicio, y la destrucción de uno mismo y los demás si se pone freno a su fuerza" Menuda cosa lo que me espera entonces. ¡Qué se cumpla!

Hace pocos días volví de vacaciones de donde mis padres y bueno, de nuevo un regreso complicado. Creo que ya lo había dicho aquí, cuando tenía 23 (que son 32 al revés) quería estar solo, alejado de mi familia, hacer mi vida, tenir mi espacio. Ahora que tengo 32 me hace falta estar con ellos, disfruto su compañía, no quisiera dejarlos. Así es la vida mi Pequeño Saltamontes: nada llega cuando queremos, y acaso eso ocurre porque es mejor así aunque no sepamos muy bien el porqué. La concidencia capicúa del 23 y el 32 me recuerda que todo es un ciclo infinito, un loop, un sube-y-baja, hoy en la montaña y mañana en el valle y pasado mañana trepemos a la cima nuevamente. Quiero disfrutar siempre cada vuelta. Como dijo el patriarca bíblico: "Hoy bebamos y comamos que mañana moriremos" .

Feliz cumpleaños a mí !!!

* * *

He aquí unas foticos del último verano, para que queden congeladas en este blog, que también puede fungir de cápsula del tiempo:

New York siempre tiene nuevas vistas que mostrar. Esto por el City Hall.


Mi mamá, siempre está riendo. Adorable !


Vista sobre uno de los muchos viejos edificios en Filadelfia



Este de aquí soy yo, también en Filadelfia



Una tienda de retoucherie en la vieja Philly



Mi mamá y mi hermana se asoman por un carro amish en pleno corazón de Pensilvania



Mi hermano en la playa, miss you !

lunes, julio 30, 2007

Harry Potter Nude




La quinta entrega de Harry Potter me ha parecido hasta ahora la mejor porque es un poco más oscura, más lejana de ese cuento de hadas que era la primera entrega. Ahora todo es un poco menos fácil para Harry y compañía, entre otras cosas porque estos muchachitos han crecido (y muy rápido) y por lo tanto sus conflictos adolescentes empiezan a aflorar (teniendo en cuenta que sus problemas incluyen la presenca de un mago maligno, fuerzas oscuras y duros exámenes de hechicería). Pero no quiero hablar aquí de la película (ya dije que a mi parecer es la mejor de la serie hasta ahora) pero sí de otros temas relacionados:

Para comenzar, sólo ahora que veo la película me siento intrigado por primera vez por los libros del joven mago. Solo hasta ahora veo que hay algo allí de lo que me he ido perdiendo. No era fan de los libros Harry Potter entre otras cosas porque me parecía que su autora era facilista y poco sería y porque siempre he desconfiado de los best-sellers. Sin embargo, he cambiado de opinion y pienso leer las aventuras de Harry, al menos desde la entrega de la Orden del Fénix. Creo que por lo menos voy a tener algo de diversión y sé bien que aunque es poco probable que mi vida cambie de forma inimaginada, por lo menos espero pasar buenos ratos.

Por otro lado, me parece que Daniel Radcliff se ha ido poniendo buen mozo y ya no es más el niñito frágil de antes. Solo me preguntó si se quedará Harry Radcliff (o Daniel Potter) destinado a no conseguir nada más en las pantallas y si su personaje hundirá su carrera. Ejemplos abundan (recordar a Luke o Frodo, por ejemplo). Por lo pronto y pensando talvez en ello, el joven actor se quitó la ropa para una obra londinense llamada Eqqus (que trata la inverosímil historia de un joven enamorado de su caballo... creo haber visto una vieja película con el mismo título y la misma trama). Supongo que el muchacho quiere quitarse su imagen de niñito dulce que hemos visto crecer. Aquí está nuestro Harry Potter, como Dios lo trajo al mundo... se nos creció el muchacho. Qué les parece ? Yo con gusto montaría en su escoba... jeje.

domingo, julio 15, 2007

Estos son





martes, julio 03, 2007

Orgullo


El domingo pasado se realizó la marcha del Orgullo Gay en Bogotá (decimo primera edición), que partió, como ya es tradición, desde el Parque Nacional y se dirigió por la carrera séptima hasta la Plaza de Bolivar. Esta vez contó con una participación que desbordó todos los pronósticos. Dicen en el El Tiempo que asistieron más de 30.000 personas, lo que sin duda marca un hito en este evento. Varias anotaciones sobre el domingo:

1. Me impresionó el gran número de personas jovenes que asistieron y eso me parece esperanzador. En las primeras ediciones, cuando yo rondaba los veinte, recuerdo ahora (con vergüenza) que yo mismo criticaba esa marcha y consideraba que los que participaban eran unas locas patéticas. Estaba muy equivocado y veo con felicidad que ahora los veinteañeros son más inteligentes y valientes de lo que yo era en esa época y se toman la calle con orgullo y alegria. Cómo hemos cambiado ! Qué Viva !


La plaza está cerca!

2. Los organizadores han aprendido y todo salió muy bien. Se unieron de manera afortunada, la fiesta, la alegria y también la protesta por la traición que nos hizo el Congreso. Se oyeron consignas de libertad e igualdad para todos. Hubo también espacio para recordar a los diputados cobardemente asesinados. "Ellos también merecían ser libres" decía la pancarta que encabezaba la marcha. Todos aquellos que están a cargo de organizar este evento se merece un aplauso. Clap! Clap!


Peggy y René

3. La gente de mi generación (30 pa' arriba) y los más mayorcitos siguen brillando por su ausencia. Si vamos, pero muchos se ubican en las graderías, más como simples expectadores que como participantes... muy mal.

4. Se lució Theatrón con su carroza, excelentemente montada. El DJ de abordo se encargó de amenizar los pasos de todos aquellos que la seguimos, que por cierto, en algunos momentos soportamos una llovizna pertinaz y helada, pero aligerada (y mucho) por los clásicos de esa disco. Felicitaciones a Edison, el genio creador y gerente de ese emporio multicolor llamado Theatrón.


La carroza de Theatrón

5. Fue muy emocionante el ir llegando a la plaza en medio del frenesí de la música y la energía de la gente que saltaba-corría. Sentí que era una toma multicolor y pacífica del centro de la ciudad, del corazón palpitante de este país, que por unas horas era solo nuestro. La naturaleza nos regaló sol y lluvia y por lo tanto algo de poesía: el arcoirís se apreciaba justo encima de la plaza! Maravillosa coincidencia.



La chica Aguila también fue!

6. Al diablo todos esos matones que mandaron anónimos a los organizadores y participantes y trataron de amedrentarnos para que no asistiéramos. Ojalá alguna vez se sepa quién está detrás de esa bajeza pa' que sepamos de una buena vez a quien hay que pintarrejearle la jeta con labial rojo chillón. Les salió además el tiro por la culata porque la participación en el evento fue la mayor nunca antes registrada.


Viva el arcoiris!

7. La marcha ha alcanzado masa crítica suficiente para convertirse en adelante en el gran evento que ha debido ser desde un principio. Que siga mejorando y creciendo. El próximo año todos a marchar !!!


Muy pispos mis amigos y yo, no ? Fijénse en el sombrerito vueltiao encintado con los colores del arcoirís... originales, no?.
Nos merecemos un dobleclic!!

jueves, junio 21, 2007

¿De qué hablas Felipe?

Uno de mis blogueros favoritos, Felipe Zuleta, tal vez el más radical de los opositores de Alvaro Uribe, publicó en su blog un post que yo realmente no entiendo. Debo decir que me sorprende y me decepciona a la vez. Creo que no hay necesidad de meterse, aún en la manera críptica en que él lo hace, en la vida familiar del Presidente para criticar la caida de la ley de derechos para parejas del mismo sexo. No ha sido una costumbre de los periodistas colombianos (ni siquiera de los más faranduleros, aunque excepciones las hay) la de ventilar la vida privada de los personajes públicos y en mala hora Felipe Zuleta lo hace. Las respuestas que ofrece el autor a algunos comentarios son contradictorias. Si él empezó, ¿por qué espera después que sus lectores no sigan con la diatriba contra la familia presidencial, un tema que él mismo califica de "sensible"? Creo que esa forma de actuar le resta credibilidad a Zuleta, a quien no le ha temblado nunca la pluma ni la lengua. Esta vez sin embargo, se excedió.

miércoles, junio 20, 2007

Insulto

Afortunadamente no había yo celebrado aquí en el blog lo que fue, por corto tiempo, la mejor noticia que había recibido el colectivo gay colombiano: la Cámara había aprobado la ley de derechos patrimoniales y de seguridad social para las parejas del mismo sexo, proyecto que estuvo a punto de hundirse en esa corporación. Todo lo que faltaba en adelante era un simple trámite de conciliación y la aprobación final de la ley se daba por descontada. Pero no fue así. Ayer en la tarde se hundió la conciliación y por lo tanto el proyecto. No importa que se haya discutido ampliamente en el Senado y la Cámara (en comisiones y en plenaria) y en los medios: ayer el proyecto se hundió por las más diversas y pueriles causas: miembros del partido de la U que lo habían votado a favor, se "voltiaron" y lo votaron esta vez en contra (parece ser que por venganzas políticas y bajezas semejantes); muchos senadores estaban en su casa haciendo ya su maleta, ansiosos por irse a sus merecidas vacaciones (trabajar de miércoles a viernes genera estragos en el cuerpo y el espíritu que solo se pueden recuperar con vacaciones de más de tres meses al año); Benedetti, el valiente senador que defendió el proyecto en el senado, se confió y no estuvo al tanto de como iba a ser votada la conciliación; los cristianos pidieron una votación individual y no en bloque (lo que en últimas fue el boquete que permitió la voltiada de los senadores de la U), etc, etc y un largo etc. Y de nuevo todos nosotros nos quedamos con los crespos hechos, plantados en el altar, insultados e indignados. No hay derecho a que seamos nosotros quienes paguemos los platos rotos de las venganzas políticas, del desorden del partido de gobierno y del caos del Congreso en general. Reluce nuevamente el odio incomprensible que nos tienen los congresistas dizque "cristianos".
El señor presiente de la Cámara Cuello Baute debe estar frotándose las manos de la dicha, esbozando una sonrisa de complacencia. Se ha sacado una espina pues aunque usó su poder para frenar cuanto pudo el debate en la Cámara y recurrió luego a los insultos cuando la ley finalmente fue aprobada, había sido derrotado duramente con la aprobación de la ley. Ahora sonríe de nuevo porque ni él mismo pensaba que este fiasco iba a poner freno a una iniciativa que tantos problemas enfrentó pero que ya todos daban como un hecho.
Hasta José Obdulio Gaviria, el más godo de los godos y guardia pretoriano mayor de Uribe, estaba estupefacto (hay que decirlo en todo caso, Uribe siempre estuvo a favor del proyecto, cosa que se le agradece)
Todo este insulto, mayor aún a cualquiera que tengamos que recibir a diario, cuando por fin el consenso de la mayor parte de la sociedad y la política nacional se había puesto a nuestro favor, es una derrota que nos humilla, pero que también nos debe poner en alerta. Nos quedamos, de nuevo, como ciudadanos de segunda y eso no puede seguir así: el otro semestre se tendrá que iniciar la batalla, desde el principio. Fuerza y voluntad.

miércoles, junio 06, 2007

Semana de locos

  1. El domingo, tarde en la noche, sonó el timbre en mi puerta. Esperaba a un amigo que iba a devolverme mi portátil que le presté ese mismo día en la mañana. Pero no era él quien timbraba. Era un tipo alto, gordo, de pelo negro y largo, de mirada perdida. Su presencia me llenó de pánico, se me escapó un grito de terror, puse los puños en posición de pugilista, dispuesto a defender mi vida ante ese atacante escapado de algún manicomio. Mi reacción, a lo mejor un poco desmedida, fue totalmente instintiva. El tipo estiró el cuello y echó un vistazo dentro de mi apartamento para luego decir: “Perdón, me equivoqué de piso”. Salió corriendo, supongo que él también bastante asustado con mi reacción. Yo, entre confundido y sorprendido me quedé perplejo y liberé la tensión con una carcajada nerviosa. Desde entonces me he estado preguntado por qué reaccioné así. ¿Por qué lo primero que pensé era que se trataba de un asesino que venía a volverme picadillo y no de un simple vecino extraviado? Algo no marcha bien en mi cabeza...

  2. El día siguiente, lunes 4 de junio, fue tal vez el día más importante de mi vida. No, no me casé ni nació mi primer hijo, claro que no. Tampoco conocí al amor de mi vida. Fue algo que, de concretarse como parece que ocurrirá, cambiará para siempre el rumbo de mi vida. No lo mencionaré por ahora mientras todo termina de concretarse, aunque algunos de los que pasen por aquí ya saben de que se trata.

  3. Por razones laborales creo que tendré que irme para Honduras por un mes. ¡Un mes! Me encanta viajar pero no me hace mucha gracia la idea de estar tanto tiempo en un país que, aunque es posible que tenga muchas cosas que valgan la pena, es más pobre que el Vaupés. La ignorancia, en todo caso, es atrevida. Espero no tener que comerme mis palabras. Y perdones por adelantado si algún hondureño pasa por aquí, que lo dudo.

  4. La teja se le corrió del todo a Uribe II. Yo creo en realidad que el Presidente no sufre de laberintitis, sino que es “El Presidente en su Laberintitis”, como bien dijo algún gracioso, parodiando el libro de Gabo. Me pregunto (y sé que millones de colombianos también lo hacen, incluyendo a uribistas de raca mandaca) si todo este cuento retorcido de la liberación de los guerrilleros a cambio de nada servirá de algo y si las secretas razones de Estado que lo sustentan son justificables. Me temo que no. Lo ocurrido esta semana es de locos. Nuestro diario acontecer es tan alucinante que este debe ser el único país del mundo donde un abogado se opone a que su cliente sea liberado, tal y como lo ha hecho ver el apoderado del guerrillero Granda. Y luego quieren que uno no se imagine que el loco que timbra en la puerta un domingo a las once de la noche sea el mismísimo Jack el destripador, o cualquier otro enviado por la Parca calva.

  5. Me uno al ruego: ¡liberen a Emanuel! Tener a un niño secuestrado desde antes de nacer es la peor de las infamias. En otro país las marchas que por estos días dieron los universitarios, se hubieran sucedido también y de manera mucho más contundente para pedir por la libertad de ese niño (y de su madre y todos los demás). Pero a nadie parece importarle. Leen el periódico, se enteran del secuestro de la criatura y exclaman alguna cosa. Pero luego voltean la página y se olvidan de todo porque encuentran en las notas de farándula la triste noticia del terrible rompimiento de Juanes y su esposa. Locombia.

  6. Anoche ví Satanás. Sin duda esta película, de impecable factura, es lo mejor que ha dado el cine criollo. Escalofriante, estremecedora, sale uno del teatro con el espíritu alborotado. Excelente adaptación de la historia original. Lo mejor: Damián Alcazar y Teresa Gutierrez dan sopa y seco en sus papeles. Hay que ir a verla. Es violenta y dura, pero nada allí es gratuito.

martes, mayo 15, 2007

¿Sexiest?

Como últimamente he estado con temas demasiado profundos, hoy quiero hablar de algo muy, muy lite. Lo expongo con esta pregunta: ¿Son los muchachos de hoy más sexies y atractivos? (ojo: no hablo solo de los gay) En mi época recuerdo que de vez en cuando un se cruzaba con un churro en la calle, pero es que últimamente se me antoja que hay más bellezas por ahí sueltas, aunque todos tienen como común denominador que están entre los 17 y 23. ¿Será que acaso van más al gimnasio, comen menos calorias, hacen más ejercicio? ¿O será la moda de estos días? (porque las pintas noventeras de mis épocas de universitario ahora me parecen horribles y no ayudaban en nada a verse mejorcito, definitivamente en moda no todo tiempo pasado fue mejor) ¿O es que acaso están más en contacto con su lado femenino y se cuidan más, se visten con más atención, son más conscientes de su sensualidad? Los muchachitos bogotanos de hoy en día me parecen super sexies, super sensuales, no sé qué es lo que tienen (aclaro que no todos son bellos, pero sí que ahora hay más). No es que sean unos tipos gigantes y musculosos de quijada cuadrada. No. Se trata de una invasión de bellos muchachos que llaman la atención, que parecen estar más seguros de sí mismos y que saben que ellos también pueden verse bellos si quieren. Tienen una gracia y cierta actitud que definitivamente mi generación no tuvo. Tengo otra hipótesis: la fuerte migración que durante muchas décadas pasadas recibió la ciudad de todas partes del país le cambió, literalmente, la cara a esta ciudad. El típico bogotano cundiboyacense, cachiterrojo y rígido ha dado paso (al menos parcialmente) a un nuevo hombre que representa la variedad genética que aquí se ha reunido. Creo que hay un nuevo bogotanito más bello y además, para no quedarnos en una superficialidad, más orgulloso de su de sí mismos y su ciudad. O será que por el contrario, ¿todo se debe a que mis ojos me engañan y a que me estoy volviendo un viejito verde afectado por cierto mal de vereda?

martes, mayo 08, 2007

El último ladrido de Fernando Vallejo

En la pasada feria del libro compré El fuego secreto, una novela de Fernando Vallejo que el escritor antioqueño publicó en 1986 y que hace parte de su autobiografía El río del tiempo, que incluye otros cuatro títulos. El fuego secreto por lo que he visto hasta ahora, habla de sus tiempos de juventud en Medellín y está escrita, como siempre en él, con rabia, con dureza, con esa prosa que devora todo lo que toca. Vallejo no tiene pelos en la lengua, ninguno. Todo lo que piensa lo dice con inquina, con redundancia, para que quede bien claro cual es su visión del mundo, de Colombia y sus habitantes. No es apto para todos los públicos: clasificación "R". Y sin embargo, Vallejo es uno de los grandes escritores que ha dado Colombia. Hace poco, para no ir muy lejos, El Desbarrancadero y La Virgen de los sicarios fueron elegidas por expertos de toda Hispanoamérica como dos de las novelas más importantes escritas en castellano en los últimos 25 años.

Empecé a leerlo por curiosidad hace algunos años en la universidad, incrédulo de que existiese un escritor colombiano “excelente aunque homosexual” según palabras de un tontarrón compañero de clases a quien en todo caso agradezco habérmelo dado a conocer. Lo primero que pensé, luego de leer las primeras diez páginas de Años de indulgencia es que ese tipo estaba loco, que era un desadaptado y un rencoroso. Como el libro lo pedí prestado de la biblioteca de la universidad y tuve que devolverlo a las dos semanas, aún sin terminarlo, por mucho tiempo no volví a saber del escritor paisa. Hasta que luego volvió a hablarse de él cuando se hizo la versión cinematográfica de La Virgen de los sicarios. Nunca he visto esa película porque el día en que quise hacerlo unos locos sicópatas pusieron una bomba en el centro comercial donde estaba el teatro al que me dirigía. Fue uno de los días más aterradores de mi vida y puedo decir que mi segundo intento por asomarme al mundo de Vallejo casi me cuesta la vida. Frustrado pero nuevamente curioso, sin ningún deseo ya de ver la película, preferí comprar el libro y lo que leí esta vez me dejó impresionado. ¿Cómo no identificarme con la rabia infinita y la profunda violencia con la que estaba escrita esa novela si dos semanas antes medio centro comercial por donde yo transitaba inocentemente voló en mil pedazos? ¿Cómo no estar de acuerdo con que este país camina siempre al borde del precipicio? (aunque yo siempre quiera creer eso, que caminamos en el borde, mientras que Vallejo hace rato nos echó al fondo y nos dio a todos por muertos) Y además, ¿cómo no sentir pena por ese pobre diablo que se enamora de ese diablillo justiciero, tan bello como maldito, héroe de esa historia vertiginosa? Después de La Virgen no pude dejar de leer a Vallejo. Seguí luego con el hermoso pero desgarrador El desbarrancadero y luego las aventuras de Porfirio Barba-Jacob (como él, genio incomprendido en su patria, a parte de que homosexual irredento) en El Mensajero. Y así sucesivamente muchos otro libros, teniendo siempre mucho cuidado de leerlo con prevención, no sea que su dolor y rabia profundos se apoderen de mí. Y tomando siempre espacio entre uno y otro, porque para que todos tengamos claro cuál es su negra visión del mundo, no se cansa de repetirnos sus odios hasta el cansancio.

Tengo que decir aquí lo que más me magnetizó de su obra y su personalidad excéntrica, es su homosexualidad declarada, sin prejuicios y con orgullo. Proclama a a los cuatro vientos sus gustos sexuales. Sublima la belleza masculina. Sin embargo, coherente con su espíritu oscuro, su literatura está llena de relaciones dolorosas donde todo lo que importa es la belleza del amado. Lo único bello en el mundo apocalíptico de Vallejo toma la forma de hermosos muchachos. Y cuando éstos aparecen en sus páginas, todo se redime, al menos por fugaces momentos en que el maestro detiene su cólera para regalarnos hermosos poemas a la belleza, al amor (aunque sea un amor sombrío), a la esperanza. Son fugaces esos momentos de cielo azul, sí, pero son incontestables.

Vallejo, como muchos, no es profeta en su tierra. En el exterior es reconocido como uno de los grandes escritores colombianos (para muchos solo superado por García Márquez, para otros simplemente el mejor). Exiliado en México hace muchos años, la gente del común no sabe mucho de él aquí en Colombia. Sin embargo es el escritor más singular, profundo, rabioso, pulcro en estilo, desgarrador, cruel, inteligente, genial e histérico con que cuenta las letras colombianas. Para mí es simplemente el mejor. Es al que más he leído en los últimos años, al que más he seguido, al que más conozco. Y por lo mismo no me sorprende su decisión de renunciar a la nacionalidad colombiana. Solo a quienes no lo han leído les parecerá un exabrupto, una locura y hasta agradecerán su gesto. Sin embargo todo es una muestra de coherencia de su parte (y no sé hasta que punto, puro humor negro, negrísimo). En toda su obra Colombia aparece como la mala patria, la mala madre, la asesina. Y claro, como nadie quiere que le digan que la madre es una mala mujer (aunque lo sea), muchos lo odian y no ven más allá de sus improperios, como si a eso se limitara su obra. Como si atrás de tanta iracundia no hubiera un hombre asustado, herido y solitario. Su furia esconde a un genio torturado por sus propios fantasmas. Y ahora, luego de hacerse mexicano, el perro rabioso se convierte además en perro hereje que se atreve a negar a su madre patria. Como si bastara con decirlo para negar la patria. Como si ella no se llevara siempre adentro, respirando por cada poro, hablando por nosotros en nuestro acento, en nuestras formas, en nuestros recuerdos más profundos. Porque se puede negar el pasaporte, pero el espíritu labrado por la fuerza del pasado, del tiempo y la infancia, como bien lo sabe el viejo Vallejo, son innegables.

En El desbarrancadero, escribe:

“Colombia asesina, mala patria, ¡país hijo de puta engendro de España! ¿A quién estás matando ahora, loca?"

Ahí, en esa frase está pintado Fernando Vallejo, sin duda el más repudiado de los escritores que ha dado la “mala patria”. Y sin embargo, el grande, el maldito.

lunes, abril 30, 2007

Baila, baila

Me gusta como baila. Me gusta como levanta sus brazos, como mueve su cuerpo armonioso. Me gusta como mantiene sus ojos cerrados mientras salta al ritmo de la música (¿qué era lo que sonaba? "World Hold On", si, ya recuerdo). Me gusta como prende un cigarrillo mientras sigue bailando. Me gusta la expresión de su rostro, ver que disfruta su goce mundano. Me gustan sus movimientos rítmicos y viriles, sin parsimonias ni excesos de coreografía. Me gusta su cuerpo delgado y largo, su rostro aniñado y bello, su cabello castaño, largo y crespo. Me gusta su camiseta gastada, su jean caido, su boxer que se asoma. Me gustaría acercarme y decirle alguna cursilería. Decirle que me gusta como baila, decirle que me gusta como fuma su cigarro. Pero no hago nada y aunque está cerca de mí, me siento como si yo estuviera en la China. Quiero morirme cuando un fulano que ha estado junto a él todo el tiempo se le acerca y lo besa con la misma pasión con la que yo mismo hubiera querido besarlo. Me voy de ese lado del bar, no quiero que se me note la rabia ni los flameantes celos que me asaltan. Me alejo lastimado de mi sensual danzante. Pero no puedo quitarmelo de la cabeza. Me gusta como baila.

viernes, abril 20, 2007

Vocifera Uribe II


Yo creo que nuestro autoproclamado rey, don Uribe II, nuestro padrecito Uribe (¿oyeron su voz de curita de pueblo diciendo aquello de que los jóvenes debían esperar al matrimonio para "darse el gustico"?) no tiene vergüenza y cree, en su mesianismo, que su famoso 70% de popularidad (o cuanto sea) le da patente de corso para hacer y decir cuanto le plazca. Leo en eltiempo.com que Uribe dijo anoche lo siguiente y la indignación me abruma:

"...Así mismo, dejó implícito que el DAS les está haciendo seguimiento a congresistas que están en contra del TLC. Al respecto Uribe dijo: "Tengo pruebas de inteligencia militar y de Policía de personas que dicen: 'Ya nos tiramos el Tratado en E.U. acusando al tal por cual de Uribe'". "Las coincidencias es que muchos de los críticos que han ido allá son adversarios aquí del TLC, pero no voy a hacer alusiones personales (...) Son congresistas (...) pregúntenle al doctor Peñate (...) es que proceden muy evidentemente, no se cuidan tanto como creen cuidarse"."

Todo en esa frase me asquea. ¿La policía y el DAS no deberían estar siguiendo a guerrilleros y paracos, estos sí verdaderos criminales? Por qué tienen chuzados a congresistas, con los que uno puede no estar de acuerdo, pero que fueron elegidos democráticamente por ciudadanos colombianos ? Es que acaso no tienen derecho constitucional estos opositores de disentir y de ir a Estados Unidos y reunirse con congresistas de ese país y hablar del TLC ? ¿Y qué es eso de que “...proceden muy evidentemente, no se cuidan tanto como creen cuidarse”? ¿Cuidarse de quién? ¿Acaso del señor Peñate, jefe del DAS? Nixon renunció a la presidencia cuando se supo que las líneas de la sede demócrata habían sido intervenidas ilegalmente. Aquí, por su puesto, nunca pasará nada.

Reconozco el cambio que se ha propiciado en el país desde que Uribe ha asumido el rumbo, aunque tengo que decir también que hay muchas cosas que me huelen muy mal (de hecho huelen horrible) y he aquí una de esas cosas: Uribe no soporta la disidencia, no soporta que haya oposición, cree tontamente que los que no están con él están contra el país. Se sale de camisa con demasiada frecuencia y no está a la altura de la dignidad presidencial. Y lo peor de todo es que sabe que con esas salidas se gana los aplausos de las graderías, colmados por personas que solo se alimentan de la bondad de los medios masivos (la televisión sobretodo) para con él. Ver el pobre análisis de las noticias del canal de televisión RCN es una muestra de zalamería que causa vergüenza.

Muy mal habla de nosotros los colombianos el famoso 70%. Yo creo simplemente que, como dijo alguien por ahí, los optimistas son pesimistas mal informados. Nadie quiere oír la verdad, nadie quiere que le digan algo contrario a lo que quiere escuchar, nadie quiere que le demuestren que no existe la cuadratura del círculo que nos han ido vendiendo. Para qué oír palabras necias si este círculo-cuadrado en que nos dicen que vivimos es único y maravilloso. Es la ingenuidad de los borregos.

Que sepa el señor Uribe que entre ese 30% de personas que disienten de él no todos son apátridas y criminales. Hay personas sensatas que esperan que explique declaraciones como las citadas arriba, que no le hacen ningún favor a este enredado país que busca sin saber donde su destino. Señor Uribe: Colombia no es su finca y los colombianos no somos sus peones.

lunes, marzo 26, 2007

Cien Años de Soledad

Por estos días Gabo ronda en boca de todos: cumplió ochenta años el escritor, se celebró el aniversario 25 de haber recibido el Nobel y se cumplen 40 años de la publicación de Cien Años de Soledad. Hoy el autor fue celebrado en el Congreso de la Lengua en Cartagena. Mejor dicho, Gabo hasta en la sopa. Algunos dicen que es excesivo, pero creo que siempre serán mejores todos los homenajes que le hagan a uno en vida que un bello mausoleo conmemorativo. Además creo que Gabo, en su faceta de escritor, se los merece.

Leí Cien Años de Soledad a los 14 años y puedo decir, corriendo el riesgo de caer en clichés del más desgastado chovinismo literario, que ese libro representó para mí el más feliz de los descubrimientos. Mi vida cambió, tengo que decirlo, porque la fuerza y poder de ese libro llegó a lo más profundo de mi joven espíritu. A esa edad cualquier libro de más de 200 páginas se mira con recelo y se levanta con bostezos. Tengo que decir que en ese entonces (quién sabe como será ahora) era lectura obligada en el colegio y no tuve más remedio que tomar el ejemplar que había en la biblioteca de mi abuelo. Y pronto quedé prendado de la saga de los Buendía, leyendo sin pausa cada día durante dos semanas, maravillado de esa fábula colombiana y caribeña que se hace universal. Ahora que soy lector aficionado, tengo que decir que fue gracias a Cien Años que el hábito de la lectura se afianzó en mí desde la juventud, lo que ha sido toda una fortuna. Nada mejor que un libro para pasar esas tardes en que uno está solo y aburrido, alojado en un hotel lejos de todo, en un avión sin compañia o perdido en una playa soleada. No sé que haría sin ellos.

Por muchos años pensé que Cien Años era insuperable y lo consideraba mi libro favorito. No obstante siempre llegaron a mí otras maravillas impresas que me marcaron de otras maneras (y que ahora no voy a citar porque no viene al caso). Ahora pienso que Gabo ya no es más mi autor favorito, que ya escribió todo lo que tenía que escribir, que no todo lo que ha escrito es tan sobresaliente y que además, ya es hora de que otras voces colombianas sean leídas, como en efecto felizmente ha ido ocurriendo.

Cien Años de Soledad es el Génesis de nuestro país, de nuestra América, de nuestro mundo, y por eso es universal. Todas las historias están allí, el mundo (o casi todo) está resumido en sus páginas. El realismo mágico en su máxima expresión. Lo he leído en dos ocasiones más y cada vez lo he visto desde nuevas perspectivas, cada vez he leido un libro diferente (uno no se baña dos veces en el mismo río y así mismo, uno no lee dos veces el mismo libro, me dijo hace poco un ingenioso). Siempre he encontrado una obra magistral, llena de metáforas surrealistas de la vida. A propósito: ¿Y las mariposas amarillas? ¿Por qué son tan representativas del mundo macondiano? Mauricio Babilonia aparece ya hacia el final de la historia, siempre rodeado de mariposas de ese color, siguiendo enajenado a su enamorada. Yo creo que no son otra cosa que esas mariposas que uno siente en el estómago cuando está enamorado y son amarillas porque a Gabo le encanta ese color. Es decir, las mariposas amarillas son el amor. Tal exhibición tan vistosa de sentimientos le costo caro a Babilonia, el único personaje que realmente amó en la historia de Macondo, pues su osadía le valió un disparo por parte de su suegra, la amargada Fernanda del Carpio. Fue el padre del último descendiente de los Buendía, que nació con cola de cerdo, lo que anunciaba el fin de la estirpe condenada a vivir cien años de soledad.

Quien no lo haya leído todavía puede ir y comprar la edición conmemorativa que se ha publicado por estos días. Creo que es algo que todo colombiano debería hacer para que juzgue si es verdad todo lo que se ha dicho por estos días. Estoy seguro de que estará de acuerdo.

Y dejemos la quejadera (vicio esteril): que Garcia Marquez vive en el extranjero, que es amigo de Fidel, que no ayuda a nuestro país, que es el colmo que él sea celebrado mientras el país se incendia, que esto y que lo otro, como si García Márquez, por el simple hecho de ser un escritor famoso tuviera que cargar con los líos que entre todos hemos armado; como si tuviera que ser una persona pía; siempre querida; límpida y transparente; más del reino de los cielos que del mundo. Pamplinas: él es un escritor consumado y no tiene porque venir a resolver entuertos porque, además, si lo hiciera, no lo haría nada bien ya que él es escritor, no político o tecnócrata. Y si es amigo de Fidel, pues que lo sea. No creo que esa amistad legitime ese regimen moribundo desligitimado ya suficientemente por el propio Fidel y compañía. Hay que juzgarlo por lo único que se puede juzgar a un escritor: por su obra, que habla por él. Juzgarlo por su forma de ver o de pensar la vida, de sus gustos o aficiones personales (si es que ningún mal le hacen a nadie) me suena, me suena... y no me gusta como se oye.

* * *

Apunte sobre el post anterior: gracias a todos por los comentarios sobre mi entrada anterior, un tema siempre polémico. Haciendo una pequeña conclusión sobre un tema del que se puede decir mucho, creo que la paternidad es un desafío para todos, heteros u homos, aunque sí, para estos últimos, como dice Milo, siempre será una labor aún más exigente. A quienes pasaron por aquí por primera vez, muchas gracias. Por otro lado, Joey hace alusión a algo que yo siempre he pensado: que los gay tenemos cierto complejo de Peter Pan, en parte, creo yo, por el hecho de querer ser eternos adolescentes, persiguiendo siempre la efímera juventud (y por perseguir hablo en todos los sentidos). Creo que es buena idea para un post posterior.

lunes, marzo 19, 2007

Padres (gay) e Hijos (felices)

Últimamente mi instinto paternal (o maternal) se ha despertado. Me encantan los niños, son sin duda las personas más maravillosas que existen. Me gusta jugar, hablar con ellos. Admiro su sentido común, su mirada del mundo sin prejuicios, su risa fácil, su curiosidad sin límites, su capacidad de sorpresa, su energía inagotable. Sí, es cierto que lloran, gritan, hacen pataleo, discuten y alzan la voz y para completar, pueden ser crueles (sobre todo entre ellos). Sin embargo, creo que todas esas cosas son normales a esa edad o en el peor de los casos, se trata de pura y simple mala educación, y por lo tanto la culpa no es de los críos sino de sus padres.

Hace poco, tuve que almorzar solo en un restaurante y en la mesa de al lado estaba un joven padre con su hijito de unos dos años. El padre, con paciencia infinita, alimentaba a su hijito con tanta ternura que se me arrugó el corazón. Ese día, solo en la mesa, comprendí que una de las cosas más duras de aceptar de esta vida es la injusticia que representa el hecho de que la sociedad no nos da la oportunidad de ser padres y de que si acaso lo llegamos a ser, somos juzgados con severidad y vistos como monstruos. Dado que últimamente tengo mi espíritu justiciero alborotado, ese día en el restaurante tuve un nuevo ataque de indignidad. Tantos niños abandonados en este país, creciendo solos en un instituto y a aquellos de nosotros que quisiéramos tener hijos, nos darían un portazo en la cara si acaso fuéramos al Bienestar Familiar a preguntar por el proceso de solicitud. Parejas homosexuales estables (en lo sentimental y económico) podrían criar un hijo sin mayores problemas, estoy seguro. El problema estaría más de puertas para afuera que al interior de su casa. Las burlas crueles, las miradas de reproche, los prejuicios (aún entre otros familiares y amigos de la pareja) serían una dura prueba. Pero hay que acabar con todos los prejuicios, empezando, como siempre, entre nosotros mismos. No todos los gay somos unos perros fiesteros y drogadictos que no pueden cuidar ni siquiera de sí mismos. Es falso. Sentar cabeza también es posible en este mundo del arco iris: yo ya veo llegar el día en que mi espíritu fiestero me abandone y quiera dedicarme más a las labores del hogar. Y llegado ese día, ¿qué haré? ¿Criar sobrinos? ¿Y si uno no tiene sobrinos? ¿O si los sobrinos están lejos? No es lo mismo, en todo caso, alcahuetear sobrinos y ser el tío bacano que educar un niño. Sin embargo, en las actuales circunstancias, el papel del tío querido es lo mejor que podemos esperar que nos suceda.

En una ocasión anterior escribí que este es un tema que levanta ampolla y genera mucha resistencia, aun en sectores más liberales. Pero es el siguiente paso, luego de la legalización de nuestras vidas en pareja. Y no se trata, como algunos dicen, de un atentado contra la familia. El concepto de familia conformado por papá, mamá e hijos ya no es la norma. Hay familias de padres divorciados, madres solteras o de hijos criados por sus abuelos por doquier. La familia estándar está en vía de desaparecer, que le vamos a hacer. Sigue siendo ideal que alguien crezca al lado de sus dos padres pero no debe importar la orientación sexual de éstos (como tampoco si solo hay uno o dos). Yo siempre he querido preguntarles a aquellos que dicen que padres homosexuales producen hijos homosexuales ¿por qué entonces yo, criado por padres heterosexuales salí gay y no un machito hetero? Como siempre, la ignorancia aparece aquí como madre de todos los prejuicios.

No es que yo quiera en este justo momento de mi vida adoptar o tener un bebé por inseminación artificial, pero puede que un día esté listo para asumir esa etapa de la vida, tener una familia y convertirme en papá. Y ese día, entonces, tendré que asumir una nueva discriminación porque no podré ser un papá feliz, así como antes no pude ser un joven gay feliz, ¡que bonito! ¿Egalité, liberté et fraternité? Me encanta la democracia.

Encontré los siguientes resultados de varios estudios realizados en Estados Unidos entre hijos criados por parejas de padres homosexuales (la traducción es mía):

- No hay ninguna evidencia de que los niños con padres LGBT presenten daño psicológico o físico.

- Las personas con padres LGBT tienen la misma incidencia de homosexualidad que la población general, que es alrededor del 10%. Ningún estudio ha demostrado que padres LGBT afecten la sexualidad de sus hijos (Patterson, Charlotte J. 1992)

- Las investigaciones indican que los niños con padres LGBT están más expuestos a personas del sexo opuesto que muchos niños de padres heterosexuales (Rofes, E.E., 1983, Herdt, 1989)

- Los estudios demuestran que las personas con padres LGBT tienen una actitud más tolerante hacia muchos aspectos de la vida que personas con padres heterosexuales (Harris and Turner, 1985/86)

- Hijas de lesbianas tienen mayor autoestima que hijas de madres heterosexuales. Los hijos de padres gay son más serviciales y menos agresivos (Hoeffer, 1981)

- En mediciones de bienestar psicosocial, comportamiento en la escuela y relaciones y comportamientos románticos, los adolescentes con padres del mismo sexo se muestran tan adaptados como sus compañeros con padres de sexo opuesto. Un indicador más importante para predecir el comportamiento social y psicológico de los adolescentes es la calidad de las relaciones que tengan con sus padres (National Longitudinal Study of Adolescent Health, 2004)

- La mayoría de los problemas que deben enfrentar los niños con padres LGBT se refieren más a los retos de tener que lidiar con el divorcio, la homofobia y la transofobia en la sociedad que con la orientación sexual o la identidad de género de sus padres.

Hace poco oí que en España (país modelo para la igualdad de derechos de los homosexuales) los nuevos textos escolares hablan ahora sobre familias compuestas por padres e hijos, donde los padres pueden ser madres solteras, padres divorciados y a demás ambos pueden ser heterosexuales u homosexuales. La Iglesia, siempre retardataria, ha puesto el grito en el cielo. Prefieren, me imagino, que los niños de padres homosexuales sean acosados por sus compañeros más matoncitos. No entienden que este nuevo material hace que todos los niños aprendan de respeto y tolerancia, valores que la Iglesia predica pero no aplica. ¡Ay Jesús, lo que se hace en tu nombre!

Ahora bien, ¿estamos todos preparados para ser padres? Claro que no. Podemos ser buenos padres: por supuesto que sí. Nosotros también tenemos valores. Es verdad que no todos nosotros lo deseamos pero no podemos permitir que los juicios y prejuicios se levanten impunes contra aquellos que quieren y pueden serlo. Nuestra solidaridad como colectivo debe dirigirse hacia aquellas parejas homosexuales que deseen tener hijos porque están en todo su derecho. No podemos ser nosotros el vector principal de la discriminación.

Talvez me convierta en papá algún día. Y si ese día llega, que seamos felices, el niño, su padre, su madre y yo o quienes sean que estemos involucrados. Y si tal dicha, por elección o destino no llega, pues me dedicaré a consentir a mis sobrinos y los hijos de mis amigas, lo que también me hará muy feliz.

miércoles, febrero 07, 2007

Justicia

El día llegó. Hace pocas horas, la Corte Constitucional sentenció que las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las heterosexuales, al menos en cuanto a derechos patrimoniales se refiere. Lo que no se logró hacer en el Congreso, se concretó por vía judicial. Un grupo de valientes ciudadanos, a quienes todos les debemos nuestra gratitud, encabezados por Colombia Diversa, demandó la ley 54 de 1990 donde se indicaba que las sociedades patrimoniales de hecho estaban conformadas solo por un hombre y una mujer. La demanda se presentó porque dicha ley implicaba una abierta discriminación contra las parejas homosexuales. Hoy, fecha histórica, la Corte sentenció a favor de los demandantes. En adelante, todas las parejas que hayan convivido por no menos de dos años, no importa si son heterosexuales o no, constituirán una sociedad patrimonial. No estamos hablando de matrimonio, solo de protección del patrimonio (por ahora parece ser que el tema de igualdad ante la seguridad social no es claro), de reconocimiento de derechos básicos ligados a una unión conformada por dos personas adultas. El proyecto de ley que estaba en curso en el congreso proponía lo mismo. Lo hemos logrado, es un triunfo de todos.

Algunos de nosotros han expresado que esta ley ni quita ni pone. Sin lugar a dudas, quienes hoy estén pasando por una situación de injusticia extrema, pensarán diferente. Cuantas historias de viudos puestos en la calle por cuenta de familiares indolentes y avaros no hemos oído. El solo hecho de que exista esta ley, indica que Colombia es un poquito más justa. Es verdad que no se ha decretado la aceptación social y no podemos pretender que de ahora en adelante podremos salir a la calle cogidos de la mano o que saludaremos al novio de beso frente a los compañeros de trabajo (día que llegará alguna vez, sí señor). Como dije alguna vez, esas cosas toman un poco más de tiempo. Sin embargo, como no, sentencias como esta son un escalón más en la construcción de esa larga (y a veces tortuosa) escalera que representa la aceptación total de los gay.

Tampoco significa que en adelante la vida será más fácil para nosotros ni que los juzgados y notarias se llenarán de miles de parejas buscando formalizar su situación. La vida en pareja tampoco se decreta. Pero en adelante, quienes gocen de una vida conyugal, tendrán un respaldo jurídico que contribuirá a darles mayor estabilidad material, emocional y moral.

En algunos años, la sociedad colombiana tal vez esté más madura para que empecemos a hablar de matrimonio y adopción, temas que yo por supuesto apoyo, pero que requieren de más discusión y que sin duda generan mayor resistencia, aun entre sectores liberales, aún entre nosotros mismos (lo que no he podido entender del todo).
Esperemos a ver que tiene ahora que decir el Congreso... ojalá salgan con algo.
¡Esto hay que celebrarlo, algo que nosotros sí que sabemos hacer!

¡Estoy feliz! Por lo menos ya puedo "contraer patrimonio", como algún gracioso dijo por ahí. Espero que pronto llegue el día en que también pueda "contraer matrimonio".

viernes, enero 19, 2007

Volver

Las complicaciones de la vida diaria se agrandan luego de las vacaciones. La dura realidad, evadida durante un período diminuto, regresa brutal e inmisericorde. No podemos escapar. Las vacaciones son un derecho inalienable en el mundo moderno, una gran conquista social aunque uno siempre queda con la sensación de que no fue suficiente. El último día de descanso, ante el abismo que significa volver de nuevo a la rutina, me gustaría juntar los índices y detener el tiempo, como hacia la niñita de padre marciano en una comedia gringa y ochentera cuyo nombre olvidé, y quedarse para siempre en la playa, en la piscina, en la cama durmiendo hasta que se pare el ombligo, acostarse hasta que se nos dé la gana. Vuelve uno y no se acopla, la vida se nos muestra como el suplicio que a veces puede ser, y se cae en cuestiones trascendentales tipo “para dónde voy”, “quiero cambiarlo todo” o “quiero mandarlo todo a la mierda”. Y se acarician planes locos como poner por fin el puesto de cervezas en la playa o tener por fin la finca cafetera, chocolatera o de lo que sea o comprar por fin el baloto, con esperanzas ínfimas pero esperanzas al fin y al cabo, de darle al premio gordo. Y quejándonos y haciendo planes efímeros nos vamos acostumbrando nuevamente a la vida de todos los días.

Mi regreso de vacaciones, como se nota por la retahíla que acabo de escribir, ha sido complicado aunque poco a poco me voy ajustando. Como nunca antes el regreso me amargó y la despedida de mis padres, hermanos y sobrino fue más dura esta vez. En el avión de regreso solo pensaba en mis razones para seguir en Colombia y me doy cuenta de que cada vez son más escasas, más escasas, más escasas. Creo que ya pocas me retienen, aunque hay que mencionar a mis grandes amigos y mi abuelo, que cada día está más viejito y en cualquier momento se nos va.

Fue más duro esta vez, porque me acerqué a mi familia un poco más. El propósito principal de mi viaje era salir del closet de una vez por todas. El vivir solo en Colombia por muchos años me ahorró el tener que dar explicaciones y me hizo la vida más fácil. Pero eso se acabó y desde hace algún tiempo me doy cuenta de que salir del closet frente a mi familia es una cuestión de principios, un paso fundamental en la conformación de la persona que quiero ser.

Los planes se quedaron a medias porque con mis padres nunca encontré el momento propicio. En medio del abrazo de nochebuena no podía salir con la noticia bomba como regalo de navidad. Y llegó la hora de hacer la maleta nuevamente y el momento nunca llegó. Sin embargo, con mi hermana si lo conseguí. Fuimos a comer a un restaurante cercano a su trabajo, por la bonita Avenida Lexington un día en que quedamos de ir de compras. Hablamos primero de sus cosas, de su vida en New York, de los viejos y amados tiempos en Colombia, tiempos que ya no volverán. Y luego hablamos de los tiempos futuros, de qué iremos a hacer, de dónde estaremos, pero no me salían las palabras que quería decir, no sabía por donde montar ese toro. Hasta que el cielo me envió un ángel viejo y alto, un anciano de ojos azules, apoyado en un bastón, que se sentó justo en la mesa del lado. Y pensé, “aquí fue” y le dije a mi hermana: “por ejemplo, yo no sé que pasará conmigo cuando tenga esa edad, no sé quién vaya a cuidarme, a quién tendré a mi lado”. Y de ahí pasamos a los hijos y a que “yo no tendré hijos” y al “¿por qué?” y yo “usted ya sabe porqué” y luego “si, yo ya sabía, porque leí una carta que le escribió un amigo suyo, pero estaba esperando que usted me hablara del tema” y yo “pues aquí estamos, ya lo dije”, pero en realidad yo nunca dije “gay” ni “homosexual” ni “marica” ni nada. No hubo necesidad. Y ella sentenció lo que uno siempre desea que le digan ese día: “A mi eso no me importa, yo a usted lo quiero como sea, lo quiero mucho”. Y las lágrimas se nos salieron. Hablamos como tres horas esa tarde, de lo divino y lo humano y sentí lo mucho que quiero a mi hermana y lo mucho que ella me quiere. “Mi mamá ya debe saberlo también” me dijo. “La mamá siempre sabe pero yo se lo voy a confirmar” contesté. Pero no pude encontrar el momento para hablar con ella ni con mi padre. Será para la próxima. Quiero creer, y a lo mejor así será, que no tendremos un drama, ni habrá una tragedia, creo que ya todos, por diversas razones, se han hecho a la idea. Es una obligación con ellos y conmigo mismo que se los confirme. Y sé que me querrán como soy, porque en realidad, ya me quieren como soy. Y seré muy feliz.

Y aquí estoy: de nuevo en Bogotá, haciendo planes para este año, que se irá tan rápido como el anterior. Aquí estoy: triste y feliz a la vez. Lo llaman melancolía.

* * *

Apunte final: no fui de paseo por el Village ni por Chelsea. No tuve tiempo y el día que lo tuve llovío todo el día. Me quedé en mi casa con mi mi mamá y mis hermanos tomando chocolate caliente, viendo videos caseros y recordando viejos tiempos. La verdad es que eso me pareció mejor plan que irme a caminar por la jungla gay de NY. Yo puedo hacer un plan de esos cualquier día del año (aunque tenga que hacerlo por Chapinero), pero ver con mi familia la primera comunión de mi hermano o el paseo al Neusa de hace 15 años es algo que solo puedo hacer cada cierto tiempo. Si se pone todo en la balanza, adivienen qué gana !

miércoles, enero 10, 2007

Primer propósito para el año nuevo

Ayer en la mañana salí a trotar al parque cerca a la casa de mis padres (las vacaciones me han hecho subir de peso, hay que empezar a quemar calorias) y vi tirado en el suelo este arbolito de Navidad. En realidad hay muchos en este momento por todas partes y me parece muy triste que estos arbolitos terminen así, tirados en la acera. Y es que por estas tierrar muchas personas prefieren usar árboles naturales que son sembrados especialmente para la ocasión. Al parecer el negocio no es antiecológico y está muy bien regulado. Sin embargo, los pobres pinos que crecen para adornar la sala de una casa y que luego terminan en la basura son cientos de miles en todo Estados Unidos. Ante tanto derramamiento de clorofila, mi madre decidió, ya hace dos navidades, comprar un pino de plástico que costó lo mismo que uno natural, dura mucho más y no produce sentimientos de culpa.

Esa visión de esos árboles abandonados a su suerte me mostró que la vida corre rápido porque es así como vivimos: hoy es navidad, pronto llega enero, se desarma el pesebre, se tira el arbolito, todo se guarda otra vez, con esmero, para que el otro año las luces estén sin enredos (ja!) y el niño Dios no pierda lustre. Al cuarto de San Alejo todo, que ya llegará San Valentín y allí donde hasta hace poco se veía a Papá Noel, se verán corazones, chocolates y tarjetícas rídiculas. Y ya vendrá de nuevo el Halloween y de nuevo Navidad, y de nuevo el fin de año y se oirá otra vez "Ay Dios, este año si que voló". Esta sociedad consumista nos consume, sí, lo digo con redundancia. Y lo repito: la sociedad consumista nos consume. Y para oponerme de alguna forma, porque no puedo escapar a ella del todo, mi primer propósito de año nuevo es negarme sistemáticamente a celebrar todas estas fiesticas artificales. No celebraré el día de la Madre, ni el del Padre, ni el del Amor y Amistad, ni el de la Mujer (que me parece que se ha malinterpretado y tiene uno que felicitarlas a todas so pena de morir acribillado); ni tampoco el del Chontaduro; ni el de los Niños; ni el de San Blando; que no tiene cuando. Tampoco celebraré la Navidad, los cumpleaños, ni el Año Nuevo, ni el Halloween, porque esas fechas no tienen sentido o se han prostituido o son simples imposiciones de quién sabe quién.

Pero, ¿será que mi madre llorará si no la llamo el Día de la Madre y pensará que soy un mal hijo, aunque hablemos TODOS los demás domingos del año, siempre le diga lo mucho que la quiero y lo estupenda madre que es? ¿Mis colegas me mirarán con enfado si no los felicito el Día del Colega (que no tengo ni idea de cuando es) ni me uno a ellos en la sala de juntas, para hacer un brindis de vino barato servido en vaso de plástico? Y en Navidad, ¿podré decir no a los buñuelos, a la novena, a los aguinaldos, al "ven, ven, ven, no tardes tanto"? ¿Me dirán Grinch y estaré todo el mes socialmente excluido? ¿Para navidad me acordaré aún de este tonto propósito?
Pensándolo bien, creo que para librarme de la imagen del árbol tirado a la basura, debo hacer un propósito más obvio (que es además una de las tres cosas que dizque dicen los chinos que hay que hacer en la vida): sembrar un árbol. Pero no, eso ya lo hice alguna vez, y ese árbol, acabo de recordarlo, se murió luego de que lo usé como árbol de navidad, chanfle !

miércoles, enero 03, 2007

It's all about New York

Nueva York, que puede definirse de muchas maneras, es primordialmente un revoltijo exitoso y fascinante de gringos, italianos, chinos, irlandeses, latinos, indios, judios ortodóxos, árabes y un larguísimo etcétera. Todas las nacionalidades están aquí. Esta es la moderna Babel. El ambiente cosmopolita recuerda siempre que se está en la capital del mundo y que ese sobrenombre no es gratuito. Y si lo olvida, pásese por Times Square, donde sentirá, como en ningún otro punto, que esta ciudad es un monstruo luminoso, alto y vibrante que estimula todos los sentidos.

Es curioso que Nueva York sea la ciudad estadounidense más reconocida en el mundo y que a su vez, sea tan diferente a las demás ciudades gringas. Esta es una ciudad densa, limitada por islas, ríos y el océano. Ha sido necesario (como en todo el territorio estadounidense), construir grandes autopistas, túneles y puentes para conectar toda el área metropolitana. Sin embargo, hay dos cosas que distinguen bien a Nueva York de las demás ciudades de este país: primero, la ciudad fue diseñada en su mayor parte para el peatón (lo cual significa aceras, ciclorutas y transporte público barato y eficiente en casi todos los sectores) y segundo, la gente se ha apropiado de la ciudad. Contrario a las ciudades-automóvil del resto de gringolandia, en Nueva York y sus diferentes distritos, los peatones se ven allí y allá; hay vida en cada esquina; hay gente por doquier. En Los Angeles o Miami se ven lindas aceras pero ni una sola alma que las recorra porque son ciudades-atomóvil, diseñadas pensando en el carro y por lo tanto, surcadas de arriba a abajo por autopistas que cortan la ciudad en muros insalvables para el peatón. No es el caso de Nueva York, siempre repleta de buses, estaciones del metro o simplemente, de aceras transitables que permiten caminar y encontrarse siempre a más de un paisano de a pie. Y cuando de caminar se trata, es en la densa y multicolor Manhattan, el corazón palpitante de Nueva York, donde más se puede realizar este ejercicio. Todo parece ocurrir allí. Todo está allí. Casi se puede decir que Manhattan es Nueva York (casi, porque también están Brooklyn, Queens o el Bronx para darle más sabor a la salsa y redondear la idea de ciudad). Aunque sea a veces muy ruidosa o costosa vale la pena recorrer Manhattan sin rumbo fijo porque siempre habrá algo que hacer, ver, fotografiar, comer o comprar. Aquí uno puede llegar sin plan. Siempre habrá algo que hacer con solo dar la vuelta a la esquina. Hay que llevar unos zapatos cómodos y si se quiere y se puede, algunos billetes en el bolsillo. “Comprar, comprar y comprar” es el mantra irresistible de este país, de esta ciudad, de esta época de saldos de navidad, todo 50% rebajado en Aeropostale, en Banana Republic, en Macy’s, en Gap, en American Eagle, en toda tienda, tiendita o tiendota. Todo parece decir: "cómprame", "usa tu tarjeta de crédito", “Sale”, “50% off” y yo, comprador compulsivo solo puedo exclamar: “¿y ahora quién podrá defenderme?”. Que el buen juicio me acompañe en mi caminata de hoy. Larga vida al cupo disponible de mi tarjeta de crédito y larga vida a Nueva York, sin duda, el triunfo más elocuente de los Estados Unidos.

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Nueva York debe ser la ciudad más cantada de la historía: Frank Sinatra (New York, New York, tal vez la más famosa), Madonna (I love New York), Pet Shop Boys (New York City Boy, mi favorita), Moby (New York, New York, talvez la más reciente, recomendada), U2 (New York, y también City of Blinding Lights) y muchísimos más le han cantado a esta ciudad, como puede apreciarse en esta extensa lista. Y no hablemos de las películas, sin duda esta debe ser también la ciudad más filmada (Scorsese y Woddy Allen han hecho de NY su musa y heroína) y también la más destruida de la historia del cine: monstruos prehistóricos, olas gigantes, terremotos, asteroides, marcianos invasores, epidemias y como siempre, la realidad superando la ficción, terroristas desalmados en aviones comerciales.

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A propósito de terroristas, la famosa "Zona Cero" es ahora una de las atracciones más célebres de NY. No todos en la ciudad están de acuerdo con el mercadito persa que han levantado allí.

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Un millón de personas estuvieron en Times Square la noche del 31 de diciembre en la famosa fiesta de año nuevo. Un millón de razones por las cuales yo decidí celebrar, en memorable fiesta casera, con mis padres, hermanos, primos, tíos y amigos. Oímos, como dicta la etiqueta “Faltan cinco pa’ las doce”, “Año nuevo, vida nueva” y hasta el Himno Nacional, todo muy cursi y patriotero, tal y como dicta el espíritu colombiano que se debe recibir cada año.

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En la esquina hay una "grocery" atendida por un indio que tiene al dios elefante ( cuyo nombre no recuerdo) sobre el mostrador. Sin embargo, este indio no es tan amistoso como el Abu de Los Simpsons. Al contrario, es bien agrio el personaje. Mi hermano acaba de corregirme y me dice que es pakistaní pero a mi me da igual.

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Vi en una calle de Brooklyn a un judio ortodoxo de barba larga, sombrero de fieltro, cachumbos, abrigo, todo de negro, cruzarse amistosamente con una mujer árabe forrada también de negro, la cara oculta, arrastrando cada uno a sus vástagos, dos niños abrigados con idénticas chaquetas de vistosos colores y maletines estampados con Elmo y Bob Esponja. Sin duda la imagen que me regalaron estos dos vecinos me resultó impactante. El mundo parece reunirse aquí pacificamente, al menos en la acera.

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Una foto que tomé desde una de las ventanas del Museo de Historia Natural que muestra una vista poco común del Central Park (deshojado por el invierno) y de Manhattan.



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El propósito principal de mi viaje está por completarse. Ya les contaré los resultados.

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También les contaré sobre mi próxima expedición por el Village (el tradicional barrio gay de NY) y Chelsea (el nuevo vecindario rosa donde ahora todos quieren estar).