miércoles, febrero 07, 2007

Justicia

El día llegó. Hace pocas horas, la Corte Constitucional sentenció que las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las heterosexuales, al menos en cuanto a derechos patrimoniales se refiere. Lo que no se logró hacer en el Congreso, se concretó por vía judicial. Un grupo de valientes ciudadanos, a quienes todos les debemos nuestra gratitud, encabezados por Colombia Diversa, demandó la ley 54 de 1990 donde se indicaba que las sociedades patrimoniales de hecho estaban conformadas solo por un hombre y una mujer. La demanda se presentó porque dicha ley implicaba una abierta discriminación contra las parejas homosexuales. Hoy, fecha histórica, la Corte sentenció a favor de los demandantes. En adelante, todas las parejas que hayan convivido por no menos de dos años, no importa si son heterosexuales o no, constituirán una sociedad patrimonial. No estamos hablando de matrimonio, solo de protección del patrimonio (por ahora parece ser que el tema de igualdad ante la seguridad social no es claro), de reconocimiento de derechos básicos ligados a una unión conformada por dos personas adultas. El proyecto de ley que estaba en curso en el congreso proponía lo mismo. Lo hemos logrado, es un triunfo de todos.

Algunos de nosotros han expresado que esta ley ni quita ni pone. Sin lugar a dudas, quienes hoy estén pasando por una situación de injusticia extrema, pensarán diferente. Cuantas historias de viudos puestos en la calle por cuenta de familiares indolentes y avaros no hemos oído. El solo hecho de que exista esta ley, indica que Colombia es un poquito más justa. Es verdad que no se ha decretado la aceptación social y no podemos pretender que de ahora en adelante podremos salir a la calle cogidos de la mano o que saludaremos al novio de beso frente a los compañeros de trabajo (día que llegará alguna vez, sí señor). Como dije alguna vez, esas cosas toman un poco más de tiempo. Sin embargo, como no, sentencias como esta son un escalón más en la construcción de esa larga (y a veces tortuosa) escalera que representa la aceptación total de los gay.

Tampoco significa que en adelante la vida será más fácil para nosotros ni que los juzgados y notarias se llenarán de miles de parejas buscando formalizar su situación. La vida en pareja tampoco se decreta. Pero en adelante, quienes gocen de una vida conyugal, tendrán un respaldo jurídico que contribuirá a darles mayor estabilidad material, emocional y moral.

En algunos años, la sociedad colombiana tal vez esté más madura para que empecemos a hablar de matrimonio y adopción, temas que yo por supuesto apoyo, pero que requieren de más discusión y que sin duda generan mayor resistencia, aun entre sectores liberales, aún entre nosotros mismos (lo que no he podido entender del todo).
Esperemos a ver que tiene ahora que decir el Congreso... ojalá salgan con algo.
¡Esto hay que celebrarlo, algo que nosotros sí que sabemos hacer!

¡Estoy feliz! Por lo menos ya puedo "contraer patrimonio", como algún gracioso dijo por ahí. Espero que pronto llegue el día en que también pueda "contraer matrimonio".