martes, agosto 28, 2007

32

Viene un nuevo cumpleaños, otra vez, cada año es lo mismo, no tiene pierde, siempre llega para bien o para mal. Sigo internándome en el tercer piso, ya voy por los 32 pero qué más da: tres y dos son cinco y cinco, según la desacreditada numerología "está ligado a los cambios, los viajes, el intelecto, la curiosidad, pero también a la violencia, la inestabilidad, la falta de juicio, y la destrucción de uno mismo y los demás si se pone freno a su fuerza" Menuda cosa lo que me espera entonces. ¡Qué se cumpla!

Hace pocos días volví de vacaciones de donde mis padres y bueno, de nuevo un regreso complicado. Creo que ya lo había dicho aquí, cuando tenía 23 (que son 32 al revés) quería estar solo, alejado de mi familia, hacer mi vida, tenir mi espacio. Ahora que tengo 32 me hace falta estar con ellos, disfruto su compañía, no quisiera dejarlos. Así es la vida mi Pequeño Saltamontes: nada llega cuando queremos, y acaso eso ocurre porque es mejor así aunque no sepamos muy bien el porqué. La concidencia capicúa del 23 y el 32 me recuerda que todo es un ciclo infinito, un loop, un sube-y-baja, hoy en la montaña y mañana en el valle y pasado mañana trepemos a la cima nuevamente. Quiero disfrutar siempre cada vuelta. Como dijo el patriarca bíblico: "Hoy bebamos y comamos que mañana moriremos" .

Feliz cumpleaños a mí !!!

* * *

He aquí unas foticos del último verano, para que queden congeladas en este blog, que también puede fungir de cápsula del tiempo:

New York siempre tiene nuevas vistas que mostrar. Esto por el City Hall.


Mi mamá, siempre está riendo. Adorable !


Vista sobre uno de los muchos viejos edificios en Filadelfia



Este de aquí soy yo, también en Filadelfia



Una tienda de retoucherie en la vieja Philly



Mi mamá y mi hermana se asoman por un carro amish en pleno corazón de Pensilvania



Mi hermano en la playa, miss you !